Como cada semana, entrevistamos a una persona relevante que trabaje en el mundo de la imprenta y las artes gráficas. Esta vez nos hemos fijado en Marc Blanes que es un diseñador gráfico barcelonés especializado en branding, tipografía y diseño web que fue galardonado el pasado 2017 con un Laus Bronce.
Dicho premio le fue otorgado por la tipografía creada para Fuego Lento, una comunidad de cocina casera. Consiguió dotar el proyecto de una identidad gráfica que exaltase la comida casera y todo su proceso, además de conseguir plasmar la identidad y el valor de un modelo de negocio.
¿Tienes ganas de conocerlo? ¡Adelante!
Sí, pero elaborar imágenes con sentido y significado, que ayuden a comunicar una idea de la manera más simple y directa. Comunicar visualmente. Esa es una buena descripción de mi trabajo.
Un mensaje.
Combinando imágenes con diferentes conceptos, para así idear una imagen única con un mensaje y una narrativa propia. Me gusta a veces compararlo con un chiste. Combinas dos conceptos contrarios, y al juntarlos, generas un mensaje único que resulta gracioso. Pues bien, a menudo, en el diseño gráfico sucede algo similar, pero con imágenes.
Ambas parten del mismo campo, pero sí que hay diferencia. Al contrario que el arte, el diseño parte de un brief, de un encargo. En el diseño se identifica el problema, y se busca una solución. Sin un problema, no hay diseño. El arte es más una expresión, no hace falta partir de una necesidad. El propio artista es quien expresa y nos habla a través del arte.
Lo que soy. Disfruto mucho con mi trabajo.
No. El diseño gráfico comunica, transmite una idea. La materialización sí que se puede dejar llevar por tendencias que van cambiando, pero parte siempre de un significado. Un buen diseño es el que perdura con el tiempo, sin que las tendencias le obliguen a cambiar. Eso significará que hay un concepto, una idea, un significado.
La inspiración llega muchas veces por el propio briefing, ya que él mismo te marca una serie de caminos. En ese caso partíamos del concepto de la cocina casera, que desembocó al naming de Fuego Lento. Y a partir de ahí, nació su propia identidad, transmitiendo el concepto en su propia tipografía corporativa. ¿Cómo se me ocurrió? Creo que la inspiración sale de muchísimos sitios, sobre todo la experiencia. Referencias, antiguos bocetos, compañeros, etc.
No, la fórmula ideal no existe. Para mí lo más importante es entender bien el proyecto, entender la filosofía del cliente, qué es lo que quiere comunicar, los valores, sus objetivos, y a partir de ahí, poco a poco, va saliendo el resultado.
Bien, muchas veces nos gustaría poderlo hacer más de lo que podemos, debido al plazo que nos ponen para acabar un proyecto. Pero nunca debemos dejar de experimentar, buscar nuevos caminos, nuevas técnicas, abrirnos puertas. Eso es lo que hace que uno nunca deje de aprender.
No tener miedo a preguntar y a equivocarse. Tomarse cada nuevo proyecto como un reto y como una nueva oportunidad para aprender. Y sobre todo, empaparse de referentes.
Seguro que Marc no te ha dejado indiferente.
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