Tutorial InDesign: integrar una imagen a doble página con encuadernación en encolada sin sorpresas desagradables 

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Has pasado horas trabajando en esa magnífica foto a doble página. Un paisaje impresionante, un retrato impactante, una imagen de producto perfecta. En tu pantalla, todo se ve impecable.  

Y entonces recibes los ejemplares impresos. Abres el libro y… horror. Parte de la imagen ha desaparecido en la encuadernación. El rostro queda partido en dos. El logotipo está medio oculto. Tu hermosa maquetación no ha quedado bien. 

En este tutorial te explicamos paso a paso cómo preparar correctamente una imagen a doble página en InDesign, anticipando la pérdida provocada por la encuadernación encolada para lograr un resultado profesional y fiel a la impresión.  

La trampa de la encuadernación encolada 

No todas las encuadernaciones se comportan de la misma manera. Y ahí es donde muchos diseñadores gráficos caen en la trampa. 

La encuadernación grapada : lo más sencillo 

Con una encuadernación grapada: 

• El documento se abre completamente plano 

• La imagen permanece visible de borde a borde 

• No hay pérdida en el centro 

Es el caso típico de revistas finas o folletos de pocas páginas. Práctico y sin sorpresas. 

La encuadernación encolada: la trampa invisible 

Con un catálogo encolado, entramos en otro terreno: 

• Las páginas están pegadas al lomo  

• El documento nunca se abre completamente plano 

• Una parte de cada página queda físicamente atrapada en el pegamento 

¿El resultado concreto? Se pierden, de media, entre 3 y 5 mm de cada lado de la encuadernación. Esa zona se vuelve parcial o totalmente invisible una vez que el documento está encuadernado. 

Si colocas una imagen a doble página sin anticipar esta pérdida, su centro quedará cortado.  

Lo que hay que comprender absolutamente 

Esto es el punto esencial que hay que recordar y no olvidar nunca: 

La pérdida relacionada con la encuadernación no es un problema del archivo. Es una limitación física del proceso de fabricación. 

Importante, esta pérdida: 

• No aparece en pantalla (InDesign te muestra todo perfecto) 

• No es compensada automáticamente por el software 

• No puede ser “corregida” en impresión por el impresor 

Todo se decide en el momento de la maquetación. No después. Es ahora o nunca. 

¿Qué margen hay que prever? (Las cifras que importan) 

Estos son los valores de referencia utilizados habitualmente a nivel profesional: 

Para una doble página interior: → Prevenir 3 mm a cada lado de la encuadernación (es decir, 6 mm en total). 

Para una imagen que cruza la cubierta: (por ejemplo, entre la 1.ª y la 2.ª de cubierta, o la 3.ª y la 4.ª): → Prevenir 5 mm a cada lado (es decir, 10 mm en total). 

En un catálogo muy grueso, por ejemplo: un libro de fotos de 200 páginas puede requerir un margen aún mayor. En caso de duda, es mejor anticiparse con dejando un margen amplio que llevarse sorpresa. 

El buen método: cortar de manera inteligente 

La regla de oro en encuadernación encolada: no utilizar nunca un solo bloque de imagen centrado en la doble página. 

Es importante montar cada página por separado, conservando al mismo tiempo la ilusión de una imagen continua. Puede parecer poco intuitivo, pero así como debe hacerse. 

Paso a paso en InDesign 

1 – Crear el bloque de imagen inicial 

• Seleccionar la herramienta Marco de imagen o rectangular (tecla F). 

• Dibujar un marco que cubra ambas páginas, incluyendo correctamente los sangrados. 

• Importar la imagen mediante Archivo > Colocar (Cmd/Ctrl + D). 

• Ajustar la imagen al marco: clic derecho > Ajustar > elije la opción adecuada. 

En este punto, la imagen cubre toda la doble página. En pantalla, es perfecto. Pero aún no se ha tenido en cuenta la encuadernación. 

2 – Dividir la imagen en dos marcos distintos 

Ahora vamos a crear dos marcos separados que compongan una sola imagen visual. 

• Reducir el marco para que solo cubra la página izquierda. 

• Duplicar este marco (Alt + arrastrar, o Cmd/Ctrl + C y luego Cmd/Ctrl + V). 

• Colocar el segundo marco exactamente enfrente, en la página derecha. 

• Ajustar cada marco para que llegue hasta el borde exterior de la página correspondiente. 

Ahora ya tenemos 2 marcos distintos que muestran la imagen, ahora falta crear el margen de seguridad. 

3 – El paso decisivo, crear deliberadamente “la pérdida” 

Este paso puede parecer extraño al principio, pero es el que salva la maquetación. 

• Seleccionar la herramienta Selección directa (tecla A). 

• Hacer clic en la imagen de la izquierda. 

• En el panel de control, reducir el ancho del marco 3 mm por el lado interior. 

• Hacer clic en la imagen de la derecha. 

• Reducir también su ancho 3 mm por el lado interior. 

Resultado: 

• Las dos imágenes ya no están perfectamente alineadas en el centro. 

• Aparece una zona “vacía” de 6 mm en la zona de la encuadernación. 

• En pantalla, puede parecer extraño. 

Y eso es exactamente lo que se busca. 

Esta zona corresponde a la parte que desaparecerá físicamente en el lomo una vez que el documento esté encuadernado. 

¿Por qué este método funciona en la impresión? 

Porque has anticipado la pérdida deliberadamente: 

• Ningún elemento importante se coloca en la zona de encuadernación. 

• Cada página conserva su información esencial. 

• Una vez el documento se imprime y se ensambla, la imagen aparece visualmente continua. 

• Ningún detalle crucial se corta. 
   
  No es un “apaño” gráfico. Es un enfoque profesional que se ha utilizado en producción editorial durante décadas. 

Errores clásicos y cómo evitarlos 

Aquí están las trampas en las que caen regularmente incluso diseñadores experimentados: 

• Colocar una imagen única centrada en la doble página 
  Funciona en pantalla. Falla en la impresión. Cada vez. 

• Confundir sangrado con pérdida de encuadernación 
  El sangrado evita los bordes blancos. No resuelve el problema del centro. 

• Centrar un rostro, un producto o un texto en el pliegue 
  Salvo que sea un efecto intencionado, es un error. Tu elemento se cortará. 

• Pensar “se arreglará en la impresión” 
  No. No se arreglará. La imprenta no puede arreglar tu maquetación. 

• Descubrir el problema después de la entrega 
  En ese punto, ya es demasiado tarde. Y reimprimir cuesta caro. 

Le checklist antes de exportar 

Antes de enviar tu archivo a impresión, verifica estos puntos: 

• He dividido mi imagen en dos marcos distintos. 

• He creado un margen mínimo de 3 mm a cada lado del lomo. 

• Ningún elemento crítico está colocado en el centro de la doble página. 

• He revisado visualmente haciendo zoom. 

• He pensado en “objeto impreso” y no solo en “archivo PDF”. 

Si puedes marcar todas estas casillas, tu doble página está lista. 

Recordar en proyectos de encuadernación encolada 

Los principios básicos a aplicar sistemáticamente: 

• Siempre anticipar la pérdida ligada al lomo (mínimo 3 a 5 mm). 

• Montar las imágenes página por página, no en un solo bloque. 

• Desplazar deliberadamente los elementos visuales hacia el exterior. 

• Considerar la encuadernación como una zona no fiable. 

• Pensar en la impresión, no solo en la maquetación en pantalla. 

En resumen: el centro nuca es neutro 

En la encuadernación encolada, el centro de tu doble página es una zona de riesgo donde todo puede desaparecer. 

Una imagen de doble página exitosa es una imagen: 

• Pensada para la realidad física del documento. 

• Técnicamente controlada desde InDesign. 

• Anticipada antes de la exportación, no corregida después. 

Una vez que comprendes el principio y aplicas el método una o dos veces, se convierte en un reflejo. Nunca volverás a cometer el error de centrar un elemento importante en el lomo y tus clientes te lo agradecerán por evitarles estas desagradables sorpresas.