Cuando un cliente decide comprar uno de tus productos, ya sea online o en una tienda física, demuestra interés en tus productos. Es una gran oportunidad para destacar tu marca y conectar con tus clientes. La clave radica en el arte de crear un packaging de producto excepcional. Un envase que no solo contenga el producto, sino que se convierte en una extensión de tu marca, inspirando admiración y deseo a los clientes.
Imagina que cada vez que un cliente abre tu producto, siente una emoción tan intensa que no puede evitar compartir esta experiencia en las redes sociales, haciendo publicidad gratuita y auténtica de tu marca.
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Prioriza la comodidad y la practicidad de tu packaging de producto
Cuando estés creando el diseño de tu packaging de producto, ten en cuenta la practicidad de la apertura. Piensa en la posibilidad de que tus clientes deseen grabar el unboxing de tu producto con una mano mientras abren el envase con la otra. Asegurar una apertura fácil y segura es esencial para la experiencia del cliente.
Aparte de las redes sociales, ten en cuenta la experiencia global del usuario. Evita que tus clientes dañen el producto al intentar abrirlo, ya que esto perjudicará tu reputación. Por lo tanto, asegúrate de que el packaging se abra con facilidad, proporcionando instrucciones claras para la abertura. Tu objetivo es que la apertura del producto sea un momento fluido y agradable y al mismo tiempo seguro y sencillo.
2- Sé creativo con las formas y los tamaños
No limites tu creatividad utilizando formas y tamaños convencionales para tu packaging. Los diseños innovadores y originales pueden llamar la atención de tus clientes y motivarlos a compartir fotos en las redes sociales. Explora formas inusuales, como cajas hexagonales o envases que se adapten a la forma de tu producto.
3- Escoge una buena temática para tu packaging de producto
Aparte de los elementos visuales, tienes la oportunidad de hacer que tu packaging sea irresistible: la textura. Al incorporar elementos táctiles únicos, puedes crear una experiencia sensorial que tus clientes recordarán. Esto puede incluir texturas como relieve, efectos aterciopelados, patrones en relieve, costuras elegantes o incluso mensajes en braille para hacer que tu packaging sea inclusivo. Cualquier cosa que involucre el sentido del tacto puede ser el detalle inesperado que anime a los clientes a compartir su experiencia con entusiasmo.
4- Destaca tu tipografía
Cuando estés pensando en el diseño de tu packaging personalizado, ten en cuenta que la tipografía es un elemento igual de esencial que los colores e imágenes. Las palabras que tus clientes leerán tienen un gran impacto. Elige una tipografía que hable de tu audiencia, ya sea con la elegancia de una fuente retro, con la simplicidad de una fuente sin remates o con la singularidad de una escritura a mano. Sea cual sea tu elección, asegúrate de que la tipografía en tu packaging cumpla estos tres roles esenciales: debe comunicar tu mensaje de manera clara, ser agradable a la vista y garantizar la legibilidad, y, finalmente, debe reflejar la identidad de tu marca. Al considerar estos aspectos, fortalecerás el impacto de tu mensaje y la coherencia de la experiencia del cliente, lo que contribuirá al reconocimiento y a la fidelidad hacia tu marca.
5-Ofrece una experiencia sensorial
El packaging no es solo visual. También puede estimular otros sentidos como el tacto y el olfato. Integra elementos táctiles, como relieves o materiales suaves al tacto. Además, añade elementos perfumados o difusores de sentidos para crear una experiencia multisensorial.
Un ejemplo de un buen diseño es de la marca de productos de baño y belleza “Lush”. Los envases son simples, pero eficaces e integran elementos sensoriales. Encontrarás trozos de plantas secas, pétalos de flores o trozos de fruta que ofrecen una experiencia táctil al manipular los productos. Además, cada artículo está impregnado de un perfume único e intenso, que crea una experiencia multisensorial a los clientes que abren el packaging.
Para asegurar que el diseño de tu packaging es coherente con el conjunto de tu identidad visual de marca. Utiliza los mismos colores, fuentes, logos y elementos gráficos que hay en tu página web, tus redes sociales y otros soportes de marketing. Esta coherencia refuerza el reconocimiento de tu marca y la confianza de tus clientes.