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Los 7 errores que están arruinando tu packaging alimentario y tus ventas

por Marketing ES
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Has pasado horas perfeccionando tu receta. Tus burgers están brutales, tus bowls son una pasada, tu poke arrasa en Instagram y aun así… los clientes no vuelven tanto como esperabas. 

¿El problema? Puede que no sea tu cocina. 
Es tu packaging. 

Seamos sinceros: tu envase es lo primero que tus clientes tocan, ven y juzgan. Incluso antes de probar tu comida, si ese primer contacto falla, tu increíble producto pierde hasta un 50% de su valor. 

Después de acompañar a cientos de restaurantes, food trucks y marcas de alimentación, hemos identificado 7 errores que se repiten constantemente, errores que te cuestan dinero sin que lo notes. A continuación, te explicamos cómo evitarlos. 

Error n.º 1: Jugar con fuego (y con la normativa alimentaria) 

Este es el más grave y aun así, pasa muchísimo. 

El escenario desastre: 
Compras unas cajas monas en una web barata. Son bonitas, el precio es perfecto… pero no están certificadas para contacto alimentario. La grasa traspasa, la tinta se corre y, peor aún: estás fuera de normativa. 

Lo que puede salir mal 

  • Material no adecuado: el cartón absorbe la grasa, la salsa se escapa, el calor lo deforma todo. 
  • Falta de información: alérgenos no indicados, lista de ingredientes ausente, fecha de consumo ilegible. 
  • No conformidad sanitaria: en caso de inspección, multa garantizada (y tu reputación por los suelos). 

Cómo hacerlo bien: 

  • Elige siempre envases certificados para contacto alimentario: bandejas alimentarias, cajas para patatas fritas, cajas con solapa… todo debe cumplir la normativa. 
  • Revisa la compatibilidad con temperatura. ¿Tu comida es caliente? ¿Fría? ¿Grasa? ¿Seca? Cada tipo de alimento necesita un envase distinto. 
  • Incluye las menciones obligatorias: ingredientes, alérgenos, fecha de consumo, peso… No es opcional. Ni siquiera para un food truck. 

Sí, es menos divertido que elegir colores, pero un cliente intoxicado o una multa de sanidad es todavía menos divertido. 

Error n.º 2: Priorizar lo bonito por encima de lo práctico 

Todos hemos visto esos packagings preciosos en Instagram. Diseño minimalista, colores pastel, tipografía elegante…una maravilla. 

Pero luego, en la vida real, el cliente no puede abrir la caja con una mano, la salsa gotea en las rodillas y la bandeja se dobla cuando intenta levantarla. 

Fallos típicos que vemos a diario 

  • La caja que se rompe al primer tirón. El cliente está en el metro, muerto de hambre, tira… y todo estalla. Adiós experiencia premium. 
  • Un envase demasiado pequeño. Tu burger sobresale, el pan se aplasta, la presentación llega destrozada. 
  • El envoltorio que lo deja escapar todo: salsa, aceite, jugos… no hay nada peor que una bolsa de delivery empapada. 
  • El envase imposible de sostener mientras se come: crucial para el snacking: si no se puede comer andando, es un fracaso. 

Lo que tienes que probar sí o sí 

Antes de validar tu packaging, pregúntate: 

  • ¿Se puede abrir fácilmente incluso con una mano? 
  • ¿Protege de verdad el producto durante el transporte? 
  • ¿Mantiene el calor o el frío correctamente? 
  • ¿Se puede sujetar sin quemarte los dedos? 
  • ¿Las salsas tienen un espacio adecuado? 

Un consejo profesional: Pide muestras. Pruébalas con platos reales, en condiciones reales (delivery, transporte, manipulación). Te sorprenderá lo que vas a descubrir. 

Error n.º3: Fallar en la impresión y matar el impacto visual 

Has trabajado semanas con tu diseñador: los colores perfectos en pantalla, el mockup espectacular y finalmente… recibes tus cajas impresas. 

¡Un desastre! Colores apagados, logo borroso, impresión con mala definición. Tu proyecto no ha quedado bien. 

Los errores técnicos que lo arruinan todo: 

  • Archivos mal preparados: colores en RGB en vez de CMYK, resolución baja (72 dpi en vez de 300), sin sangrado… resultado: impresión borrosa y colores que no coinciden. 
  • Contrastes insuficientes: un texto gris claro sobre blanco funciona en pantalla. En impresión y sobre kraft marrón… ilegible. 
  • Elección de colores y su problemática: algunos tonos (azules y violetas especialmente) son difíciles de reproducir correctamente en offset. 

Cómo asegurar un resultado top: 

  • Prepara tus archivos en CMYK, mínimo 300 dpi, con 3-5 mm de sangrado. 
  • Usa contrastes fuertes para una lectura fácil en cualquier contexto: luz natural, cocina con neones, habitación oscura… 
  • Pide una prueba digital o de impresión si es posible, o al menos un archivo de validación. Corregir un error antes de imprimir puede ahorrarte miles de euros. 
  • Piensa en los acabados: un barniz selectivo en el logo, un laminado mate… Estos detalles marcan la diferencia entre “está bien” y “wow”. 

Error n.º 4: Convertir tu packaging en un cartel publicitario 

Tu envase tiene 30 cm². Y quieres que se vea bien: tu logo, tres slogans, cinco argumentos, certificaciones, la web, el Instagram, el teléfono, un QR, y quizás una foto del plato también. 

Para, respira y simplifica. 

El cliente debe entender qué tiene entre manos en medio segundo y nada más. 

Los errores del packaging saturado: 

  • Demasiada información: el cliente no llega leer nada. 
  • Tipografías ilegibles: Esa fuente preciosa en Canva se vuelve indescifrable a 8pt. 
  • Elementos que sobran: todo lo que no aporta, estorba. 
  • Falta de jerarquía: si todo tiene el mismo tamaño, nada destaca. 

La regla de oro del buen packaging: 

  • Un mensaje principal 
  • Una imagen clave 
  • Una jerarquía clara 

Un ejemplo que funciona: 

  • Logo visible (sin ser gigante) 
  • Nombre del producto en grande 
  • Un mensaje simpático (“Hecho con cariño”) 

Y ya está. 

Tu web e Instagram, discretos. Lo importante es que el cliente identifique tu marca y entienda qué está comiendo. 

Error n.º 5: Hacer greenwashing (y que te pillen) 

Has puesto hojitas verdes por todas partes, palabras como “eco” o “natural” con una tipografía bonita… pero tu envase es de plástico no reciclable. 

Los clientes ya no se lo tragan. En 2025, están más atentos que nunca. 

Lo que ya no cuela 

  • El falso eco: diseño “verde” con materiales contaminantes. Es el camino directo para que te critiquen en las redes. 
  • Mensajes dudosos: “respetuoso con el medio ambiente” sin pruebas.  
  • Demasiado embalaje: envolver tres veces un producto que no lo necesita, aunque sea con cartón reciclado, es absurdo. 

Lo que sí funciona 

  • Usa materiales realmente responsables: kraft alimentario, cartón reciclado, reutilizado o reciclable. 
  • Da datos concretos: “100% reciclable”, certificaciones y sellos. 
  • Reduce al máximo: el mejor residuo es el que no se genera. 
  • Alinea tu mensaje con tu material: si eres eco, piensa en la opción kraft natural. 

Un buen packaging alimentario debe ser útil, resistente y responsable. Las tres cosas a la vez. 

Error n.º 6: Descuidar la experiencia global del cliente 

Tu plato está buenísimo. De verdad. Pero cuando llega al cliente… decepción. 

¿Por qué? Porque no pensaste en la experiencia completa: desde que recibe la bolsa hasta que termina de comer. 

Lo que rompe la experiencia: 

  • Sin espacio para las salsas: se vuelcan y lo empapan todo. 
  • Sin ventilación para las frituras: llegan blandas. 
  • Envase demasiado caliente: imposible de sostener. 
  • Cero storytelling: sin identidad, sin mensaje, sin alma. 

Lo que tienes que incorporar sí o sí: 

  • Tu identidad visual completa: logo, colores, estilo. Que te reconozcan al instante. 
  • Un mensaje simpático: “¡Gracias!”, “Cocinado con cariño”, “100% casero”, “¡Buen provecho!”. 
  • Elementos prácticos: compartimentos para salsas, aberturas fáciles, asas, ventilación. 
  • Coherencia total con tu marca: si eres gastro, no uses bandejas baratas; si eres street food, sé creativo y fresco. 

El packaging suele ser el primer contacto físico con tu marca. Si falla, incluso un plato de 20 € parece barato. 

Error n.º 7: Pensar que la personalización es un lujo inaccesible 

“Personalizar es muy caro, vamos a imprimir solo en blanco” 

Error enorme. 

Un packaging sin personalizar es una oportunidad perdida. 

Por qué es una pena: 

  • Pasas desapercibido. Entre 20 pedidos de Glovo tu caja blanca es una más. 
  • Pierdes credibilidad. Un envase neutro parece de un negocio que empieza. 
  • Se pierde el efecto Instagram: nadie sube fotos de una caja blanca. 

La buena noticia 

La personalización ya no es solo para grandes marcas. Hoy puedes tener tus bandejas o cajas personalizadas con cantidades mínimas accesibles para PYMEs, pequeños restaurantes o bares y food trucks

En Exaprint hemos desarrollado soluciones pensadas justo para eso: ayudarte a destacar sin disparar tu presupuesto. 

Invertir en packaging personalizado es: 

  • Aumentar el valor de tus productos 
  • Reforzar tu marca en cada pedido 
  • Conseguir contenido gratuito en las redes (los clientes lo comparten) 
  • Diferenciarte de la competencia 

En resumen: tu packaging es tu mejor herramienta comercial 

Un buen packaging alimentario no es un detalle, es una herramienta de venta que debe: 

✓ Valorar tu producto antes de probarlo 
✓ Tranquilizar al consumidor 
✓ Reforzar tu identidad de marca 
✓ Diferenciarte en un mercado saturado 
✓ Crear una experiencia memorable que invite a volver 

¿Tu producto es excelente? 
Tu packaging debe estar a la altura. 

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