Una carta gráfica es mucho más que un conjunto de normas de diseño. Es una visión visual de tu marca, la clave de tu identidad visual. En este artículo, exploraremos detalladamente qué es una carta gráfica, los elementos clave que debes conocer antes de crear la tuya, y también los pasos para desarrollar una carta gráfica que capture la esencia de tu marca.
Contenido
¿Qué es una carta gráfica?
Una carta gráfica es un documento de referencia que define los elementos visuales de tu marca, como los colores, las tipografías, las letras y las imágenes, también las reglas de uso de estos elementos. Asegura la coherencia de la identidad visual de tu marca y de todos los soportes, los productos de oficina, las redes sociales y tu página web.
¿Por qué es importante tener una carta gráfica?
Tu identidad visual es el sello distintivo de tu empresa, la forma en la que te presentas al mundo y estableces lazos con tu público. Imagina que tienes un compañero que cada día viste de forma impecable y cuidada, con camisa blanca bien planchada y pantalón ajustado.
Ahora, imagina que, un día, llega a la oficina con un look totalmente diferente: barba descuidada, vaqueros agujereados y un tatuaje enorme en el brazo. Este cambio repentino te dejará desconcertado y te preocupará.
Es exactamente lo mismo para tu marca. Los cambios frecuentes en tu apariencia pueden desconcertar a los clientes y poner en riesgo la confianza que tienen en ti. Una carta gráfica tiene un rol crucial que te ayudará a mantener una coherencia visual, sea cual sea el soporte utilizado. Estableciendo directivas claras en los usos de tus elementos visuales, garantizarás que tu marca sea reconocible y fiable, reforzando la relación con tu público y asegurando tu credibilidad a largo plazo.
Cómo crear una carta gráfica en 5 etapas
Historia de la marca
Empieza definiendo la historia de tu marca. ¿Quién eres y qué te representa? Preséntate con un mensaje claro y atractivo: “Hola, somos MARCA y esto es lo que hacemos”. Luego, comunica tu misión, tu visión y tus valores para dar una idea global de la esencia de tu marca.
El logotipo
Tu logotipo es el elemento central de tu identidad visual. Presenta tu logotipo y explica que representa para tu marca. Luego, proporciona directrices claras sobre cómo utilizar correctamente tu logotipo, así como ejemplos de lo que no se debe hacer para evitar confusiones.
Los colores
Define tu paleta de colores. Presenta los colores principales de tu marca y presenta las referencias CMYK y HEX en cada uno para garantizar la coherencia en tus soportes de comunicación.
Las tipografías
Elige las tipografías que reflejen la identidad de tu marca. Explica las razones detrás de la elección de las tipografías y preséntalas claramente. Destaca tu letra principal y tu letra secundaria, remarcando su importancia en la presentación de tu marca.
Las imágenes
Identifica las imágenes que corresponden a tu marca y explica cómo integrarlas en tus soportes de comunicación. Proporciona directivas en el diseño para mantener una coherencia visual.
El tono
Define el tono de tu marca. Explica cómo te comunicas con tu público, dando ejemplo de lo que debes y no debes hacer para que tu mensaje sea coherente.
Página web
Después, aplica los elementos de tu manual de identidad visual en tu página web. Muestra cómo es tu página de inicio y cómo presentar tus productos de forma coherente con tu identidad visual.
Soporte impreso
No olvides adaptar manual de identidad visual a los medios impresos. Ya sea para flyers, folletos, carteles u otros soportes impresos, es esencial que tu identidad visual sea coherente y reconocible.
Define las características de diseño para estos soportes, como las dimensiones, los márgenes y las resoluciones de impresión para garantizar una calidad óptima. Igualmente, asegúrate de integrar tus elementos visuales de forma coherente en todos tus soportes impresos, para fortalecer la imagen de marca de forma uniforme, ya sea online o no.
Tu carta gráfica y tu estilo evolucionarán con el tiempo, al igual que tu empresa irás mejorando y añadiendo información. Es esencial empezar con unas bases sólidas con una guía bien formada desde el principio. Sin embargo, esto no significa que lo tengas que modificar todos los días. Es importante mantener una cierta estabilidad en tu identidad visual para evitar crear confusión a tus clientes.